Mientras... jugábamos a ser grandes, tu en tu oficina, yo en mi colegio. Debíamos turnarnos, qué fome para mí pasar el día apurada en una oficina... para ti debió ser igual, mientras te obligaba a inventar listas de estudiantes y libros de clases.
A los 15 aún pensábamos que nos molestarían si nos veían con los labios de color... mmm mejor más adelante!
Seguíamos poniéndonos de acuerdo sobre cuando pololear, maquillarnos (porque aún daba plancha)... a esas alturas ya habíamos escrito nuestras primeras cartas de amor y al mismo tiempo!!!...creo que fue el momento más vergonzoso de nuestras infancias cuando mi papá no nos dejó enviarlas y dijo que no era adecuado! jajajaja
Tantos momentos!! y como siempre hemos contado, nos conocemos de la vida!
Hoy, de tanto en tanto, nos reune una cerveza y es como si el tiempo no hubiera pasado.
No se en qué momento nos maquillamos sin vergüenza, ni empezamos a pololear (bueno si lo se, porque todavía nos contábamos "todo") y si bien no me preguntaste sobre este nuevo paso que emprendías, me hiciste parte de él al contarme de tus planes y ser una de las primeras en ver a la retoña.
No recuerdo si lo imaginábamos así de niñas, cuando nos llamábamos por teléfono para juntarnos al medio del pasaje para ir a comprar el pan o los huevos que se te cayeron (nunca olvidaré eso!)... sólo se que hoy eres una mujer, madre y sin tener arte ni parte, me siento orgullosa y por eso, te dedico mi reencuentro con el mundo blogger, que tan reacio se me hace, pero no quiero perder.
A ti amiga, por ser mi compañera a la distancia.
